SECRETOS DEL CHEF

COMBINACIÓN DE PLACERES

SECRETOS DEL CHEF

COMBINACIÓN DE PLACERES

Cuando los sentidos del gusto y el olfato son estimulados con creatividad y el marco visual es el Puerto de Punta del Este, el resultado es mágico. El rack de cordero de nuestro restaurante es prueba de ello, convirtiéndose rápidamente en un clásico de esta temporada otoño-invierno.

RACK DE CORDERO

Las exclusivas vistas panorámicas de nuestro restaurante y sus terrazas, prestan el marco ideal para degustar una preparación de corte francés que conjuga sabores agrestes con la suavidad de una salsa agridulce a base de miel.

La carne de cordero tiene un gran sabor y su textura se distingue por ser tierna y jugosa. Una guarnición de papines acompaña y contrasta con la rusticidad de un plato que viene ganando su lugar en la gastronomía tradicional uruguaya.

Cada preparación lleva impresa la creatividad y talento de nuestro Chef y, en este caso, este rack de cordero es tan delicioso como pintoresco. Para estimular el apetito visual, el juego con colores y formas es fundamental: mientras que el costillar teje una especie de red, un crocante seco de boniato y zanahoria se incrusta verticalmente, cual si fuera la vela de un barco. Así es como la preparación se piensa en sintonía con su presentación, degustando primeramente la carne sola para ir vistiéndola de sabores y especias compatibles con sus sensaciones.

Por supuesto, es inevitable buscar contrastes que realcen y enriquezcan las sensaciones de las papilas en la boca. El dulce picor de la salsa logrado por las melazas, la lima y el tomillo permite gustar con mayor intensidad el sabor de la carne, combinando cada elemento con los jugos propios del ingrediente principal.

Maridaje: Merlot

Este vino permite realzar el sabor, la textura y el aroma de la carne de cordero; sabrosa y con un significante tenor graso, que es contrarrestado gracias a la elegancia de la salsa. La elección de un Merlot de vendimia madura ayuda a potenciar las bondades de cada elemento y aporta aromas suaves de frutas rojas bien maduras con sutiles especiados y amables taninos. En este caso, se trata de un Merlot Pan de Azúcar de Bodega Bouza, cosecha 2015.

CRUMBLE DE MANZANAS

Un exquisito crumble de manzanas fue la sugerencia de nuestra apasionada Maestra Repostera. Esta delicia aporta sofisticación a la rusticidad del plato principal, de la mano de una preparación tan suave y noble como la fruta que la compone.

Originario de Gran Bretaña, el crumble es un pastel elaborado con una masa suave de harina, mantequilla y azúcar que suele servirse tibio, acompañado por una porción de helado de vainilla.

Aunque la elección de la manzana es una de las más tradicionales, la versatilidad de esta preparación permite utilizar otros frutos como fresas, mango, melocotón y uvas, o simplemente combinarlos entre sí para lograr una mezcla de sabores únicos.

Ideal para las bajas temperaturas, la crujiente textura del crumble se encuentra con la suavidad de la pasta de fruta, generando aromas y contrastes –gracias también al helado– que lo hacen irresistible a cualquier comensal.

En ocasión de esta nota, la preparación incluye detalles de frutos rojos que aportan color, atractivo y un mayor nivel de tentación a los ojos de todos. En definitiva, la calidez de la masa, el frío del helado y la acidez de las frutas convierten a este postre en uno de los más deseados de nuestra carta.

¡Buen provecho!

Maridaje: Botrytis Noble

Para un verdadero manjar como es el crumble de manzanas, es ideal por sus aromas agradables y paladar tan fresco y exuberante que –a pesar de su dulzor– no cansa ni empalaga.

Su crianza en barricas de roble francés aportan al plato una entramada complejidad, mientras que el equilibrio en boca es placentero: textura, fruta, acidez y juventud ideal para una explosión de sabores. El Botrytis Noble cosecha tardía 2009 de Familia Deicas fue el elegido.